domingo, 30 de octubre de 2011

Desenlace




Seguíamos juntos el vuelo alegre,
el vuelo suave y de terciopelo
de la mariposa de nuestro sueño,
deseando darle alcance.

Nuestros pasos, raudos,
nos llevaban presurosos
hacia el horizonte que brillaba,
más allá del sentimiento.

No importaba el tiempo,
la distancia y los sinsabores,
pues entre palabras y deseos
borrábamos al instante los dolores.

Entre música y poemas,
entre ritmos de deseo,
entre rimas de colores...
a la mariposa así seguíamos.

Más todo fue en vano...
la lucha, la esperanza y el sueño,
perdidos en un sólo segundo,
y murió ante nosotros el deseo.

Era una mariposa imaginaria,
que llevó a amor al desenlace,
al fatal lugar donde por siempre
quedaremos para ser sólo recuerdo.