miércoles, 29 de diciembre de 2010

El Amor Trascendental y Eterno


"El Amor Trascendental y Eterno" es el último poema en Ideas, Complicaciones y Demás en este 2010, muchas gracias a todos los que han mantenido el interés en esta página, eternas gracias nuevamente a aquellas y aquellos que han dejado sus comentarios y a todos los que se comunican conmigo a través del correo electrónico en relación a lo publicado. Ha sido un año con poca producción poética, ya vendrán mejores tiempos...

Para todos, un abrazo inmenso y deseos sinceros para el año que está por empezar.

(La imagen que acompaña este poema es de mi señora Madre)







Hay un amor, que no conoce realmente el final,
hay un amor que vence todos los obstáculos,
hay un amor que no se relaciona a la hipocresía,
hay un amor inmenso que sobrepasa a sí mismo.

Existe un amor que nos envuelve desde antes de nacer
que se entrega totalmente, sin límites, sin condiciones,
y durante nuestra vida ese amor es el faro de la libertad,
el camino de la verdad, la dulzura en tiempos difíciles.

Nada hacemos para merecerlo, para ganarlo...
y algunos no hacen nada para mantenerlo,
es un amor incomprensible, total, inocente, inmenso,
el único amor que mientras más da, más crece.

Un amor que nace de la vida misma,
un amor que se desarrolla en un vientre,
un amor que defiende, protege y alimenta,
un amor trascendental y eterno.

El amor de madre, lo más precioso y verdadero
demasiado sincero, puro en extremo,
impagable, ni con la vida misma...
ni con sacrificios, ni con esfuerzos.

Y es porque ese amor sublime nada pide,
es simple, sencillo, dadivoso, imperturbable,
es la raíz de todo, el origen, el inicio
y el motivo para todo lo que viene y va.

Es el amor que marca al corazón
con el fuego de las caricias más limpias,
con las palabras más sinceras
y con el ejemplo más honesto.

El único amor que sobrevive a la muerte
y tras ella, crece mucho más
allí, cuando ya no lo podemos tener
es cuando lo sentimos en toda su fuerza.

sábado, 18 de diciembre de 2010

¿Dónde quedó el amor?




Quedó acaso entre los ecos vacíos de las palabras
que algún día fueron dichas con deseo y alegría...
Quedó acaso en el camino, cansado ya de luchar
contra la rutina, la apatía y la desvalorización...

Quedó aletargado y falto ya de constancia
ante la pura costumbre de vivir el día a día...
Quedó anulado talvéz a fuerza del desinterés,
del aburrimiento y la domesticación absolutos...

O es que simplemente lo hemos sepultado
profundamente en nuestros corazones,
sin deseos ya de hacerlo importante
porque ya no nos es necesario, ni vital...

Quedó solitario entre aquellas caricias
que alguna vez nos dimos con vehemencia...
Quedó perdido entre los susurros
de las entregas sin límite y tanta pasión...

Quedó ya como recuerdo de un pasado
que es por ley inalterable e inquebrantable...
Quedó por fin, olvidado y rechazado
porque ahora ya no somos aquellos románticos...

O es que ya la vida se nos fue en vida
y vagamos ya muertos, fríos y solitarios,
sin anhelos, sin sorpresas, sin la luz
que una vez nos guió el uno hacia el otro.

No sé... no sé donde quedó el amor...
¿Lo sabes tú?... ¿A quién preguntar?
Sin amor, no hay ya historia, no hay ya futuro...
Sin amor... no somos nadie, no somos nada.

domingo, 12 de diciembre de 2010

A Usted





En esta hermosa tarde
en que todo se llena del agradable
aroma de las flores, quiero decirle,
a usted, que la estoy amando.

Bajo este cielo claro, transparente
en el cual un sol brilla glorioso
y radiante, quiero decirle,
a usted, que la estoy deseando.

Y hacia usted vuelan mis pensamientos,
cual alondras veloces,
llevando en sus alas la ternura y
el empeño de este amor que es tan suyo.

A usted, que con sus ojos me ha enamorado,
a usted, que con su voz me ha acariciado,
a usted, que con sus sentimientos
ha cautivado mi corazón y mi alma.

Caminado por estos senderos sinuosos
de esta vida sorpresiva e indolente,
va mi vida atada a la suya, en cada paso,
junto a usted, hacia un hermoso horizonte.

Y usted, presente en cada flor,
y usted perfecta en cada rumor
de aguas cristalinas, de rosas encantadas,
porque usted, es para mí, el amor.

sábado, 4 de diciembre de 2010

A la muerte de un hijo





Mi corazón ha sido traspasado,
destruído en un instante, aniquilado...
hoy mi vida se derrumba entristecida
porque te has ido, bien de mi alma.

Arrasada por completo tengo el alma
y el dolor punzante del recuerdo me ahoga,
a cada momento te veo y te acaricio,
y mi ser entero se niega a tu partida.

Mi bebe, mi ángel, mi vida entera...
sangre de mi sangre, bien mío...
mis ojos no dejan de derramar su llanto
y en cada lágrima va el deseo de tenerte.

Tus manitas, cual capullos diminutos
acarician cada día mi rostro...
Tu sonrisa, que era mi sol y alegría
llega a mi en sueños cada noche...

Tu aroma de inocencia y pureza
envuelve por completo mi existencia...
tu llanto quieto y delicado
se repite constante en mi memoria...

Te has ido pequeño trozo de mi ser,
me has dejado, en este abandono
que es más frío que tu propia muerte,
y que es al fin la muerte mía.

No hay consuelo, no hay remedio,
no hay paz que pueda apaciguar
este dolor inmenso que me envuelve,
que me lleva a ti, que te trae a mi.

Fue tan breve la felicidad de sentir
la suavidad de tu piel, la luz de tus ojos,
el tono de tu vocesita, tu calor,
tus gracias... Cuanto me haces falta!

viernes, 3 de diciembre de 2010

Te Amo





Se dice con el corazón envuelto en gozo pleno,
se dice entre la alegría y la tristeza,
se dice llorando, se dice riendo, se dice cantando,
se dice sin palabras, se dice con los ojos.

Nace de muy dentro, del propio sentimiento,
en cada latido esas cinco letras llevan vida,
son el ritmo del amor, son la melodía que acaricia,
un susurro que se expande al infinito.

Se dice a media voz, con los ojos llorosos,
se dice sin decir entre poemas sutiles,
se dice en soledad y en compañía,
se dice entre sueños, en penumbras.

Y vuela alto, en el cielo de la ternura,
se da, se recibe y se comparte,
da tibieza, da una calma duradera,
y en silencio a veces se aprisiona.

Se dice y se repite con deseos,
Se dice y se refuerza su sentido,
Se dice y se enaltece enamorado,
Se dice y se entrega con ello la vida.

Te amo, si te amo y lo grito,
entre esta locura y esta serenidad,
entre esta bruma y esta claridad,
que siento muy dentro... yo, te amo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

En el Sendero de la Incertidumbre





... Un triste corazón iba cabizbajo por el sendero de la incertidumbre... Al pasar por debajo de un oscuro árbol, este que no era tan solidario, sintió algo que le hizo dirigir la palabra a aquel desdichado caminante: -Ea Corazón!... ¿qué os pasa? El corazón aquel, trémulo y visiblemente abatido, respondió con voz apagada: -Todo pasa, nada pasa y estoy perdido... El árbol, extrañado ante una respuesta que parecía más bien un acertijo replicó: -Se claro viajero, si andaís triste y derrotado, dime la causa... El lastimado respondió entonces, sin ver hacia el que inquiría: ¿Acaso un corazón no tiene claridad? ¿Es acaso desconocida la causa que hace a un corazón estar triste y derrotado?... El árbol, ante aquellas interrogaciones, cavila por un momento, recuerda que por el sendero de la incertidumbre no pasan más que corazones, todos ellos apagados, melancólicos, todos arrastran una pena, un dolor, que pareciera ser, no de ellos y tan de ellos al mismo tiempo. El árbol, en cuyo cuerpo no hay sangre sino savia, no comprende aquella razón y re-plantea al corazón su inquietud de esta manera: -Dime corazón, de una manera vegetal, que a mi comprensión sea exacta, ¿cuál es esa conocida razón que hace a los corazones caminar desolados por este sendero de la incertidumbre? Y aquel corazón, levanta su mirada hacia el árbol y responde: -Nada hay que aclarar, la causa de caminar por este sendero oscuro y solitario, es el abandono, el olvido, el desamor que de un corazón hace otro con o sin intención. Aquel con el que yo palpitaba al unísono, aquel con el que yo latía a un mismo ritmo, aquel que como yo se desbordaba de alegría al sentir la mutua compañía... me ha abandonado, me ha olvidado, me ha dejado solo... Y por ello, camino por el sendero de la incertidumbre... porque todo pasa, nada pasa y estoy perdido. El corazón baja de nuevo la mirada al duro suelo y continua la marcha, suspirando profundamente y dejando gotitas de sangre en el camino, el árbol queda tratando de asimilar aquello que se le ha dicho, pero un ser sin corazón nunca entendería el sufrimiento de la soledad impuesta, nacida del final del amor.

Y el gélido viento que ulula en el páramo de la soledad, trae consigo, cual melodía lastimosa, un poema que aquel corazón oye casi sin escuchar, pero que siente muy profundamente:

Vaga triste corazón, en silencio sufre...
la pena y la tristeza de saberte abandonado,
de sentir que la emoción ha terminado,
que es ahora la desazón la que te nutre.

No hay cielos que cobijen tu amargura...
la felicidad ahora te subyuga y te aprieta
has perdido el camino, has perdido la meta
no existe ya la paz, no existe la hermosura.

Que tus lágrimas laven ahora el sufrimiento
que te embarga y te enloquece
deja que crezca la pena que florece
y abandónate en las ruinas del sentimiento.

Y con los ecos de este corto poema, aquel corazón arrasado, se pierde en la distancia, en las angosturas de aquel sendero de la incertidumbre. No será el último, ya que en la incertidumbre es donde transitan y se mantienen la mayoría de los corazones.