viernes, 19 de julio de 2013

Oda a los Hijos




Allí donde tú te encuentres, es donde quiero hacer florecer la llama brillante del amor, dejar en tu tierra, la semilla pujante de la vida, la fuerza salvaje del destino, la ambición de una suerte inaudita, el reposo de la satisfacción conseguida. Quiero cosechar tus sonrisas y en forma de caricias adornar tu futuro; voy a emerger de tu pasión de manera triunfante y en tu cima gritarle al mundo que seremos para siempre. Que por cada gota de sudor derramada, por cada susurro de anhelo perdido, por cada dolor de plañidero suspiro habrá por siempre un triunfo, una música, un aroma, un sentimiento que por encima de nosotros mismos se hará patente y será nuestro recuerdo. Es la misión del amor, es la meta del deseo, es la ley de la vida, es aquello llamado destino que se disfraza de hermosura, de insinuante invitación, de voz ronca, de cuerpo acariciable, de goces supremos, pero que conduce al meritorio final de la creación constante y hermosa, y hoy... tú y somos partícipes de esa inercia de milenios, de la pujanza natural de nuestra especie.

lunes, 15 de julio de 2013

Consecuencias




Llegaste cual te fuiste,
como una sombra en la luz
de la vida que una vez
con seguridades yo viví.
Hoy, no quiero ver.

Fuiste la sed que se dio
cuando frente al agua
que era mi existencia
te paraste con soberbia.
Hoy, no quiero beber.

Originaste los pasos
que por camino vírgen
de mi humanidad
condujéronme al dolor.
Hoy, no quiero sufrir.

Produjiste las lágrimas
que la tristeza no pudo
en mucho tiempo
arrancar de mis ojos.
Hoy, no quiero llorar.

Concediste los brazos
al abrazo no conocido
que de fuerte fue débil
para apretar con amor.
Hoy, no quiero amar.

Dijiste la palabra al fin,
con la voz de otro mundo
y el adiós se convirtió
en el verdadero apocalipsis.
Hoy, no quiero vivir.

Y sembraste de recuerdos
el campo que una vez
se gozaba en sus planes
de cosechas y maravillas.
Hoy, no quiero recordar.

Sombra, sed y pasos...
Lágrima, abrazo y adiós...
recuerdos... todo junto...
Hoy aunque no quiero serlo...
Soy una consecuencia.