"...Y ni haya esclavos que laman el yugo,
ni tiranos que escupan tu faz..."
Hubo un paraíso que si existió,
donde la paz y la concordia
eran el pan de cada día...
No era perfecto, claro que no,
aún en los paraísos hay problemas;
pero eran mínimos, casi normales...
La vida transcurría plácida, tranquila;
habían sonrisas en los rostros,
había quietud en sus calles...
Fueron muchos años
los que ese paraíso gozó de los
placeres de una vida simple...
Hoy, todo es diferente...
ese paraíso es hoy un infierno...
donde la sangre de muchos
es derramada violentamente
por los propios hermanos...
Donde la vida ha perdido su valor....
allí, unos pocos dominan a muchos
y esos pocos no tienen más interés
que hacer de ese infierno...
lo más repugnante que haya existido...
Hoy hay extrema pobreza, muerte,
soledad, llanto, enfermedad, odio...
conformismo y falsas esperanzas.
Guatemala, era el país de la eterna primavera,
hoy no hay más primavera...
es una burla el decirlo,
la maldad impera a alturas inimaginables,
la aberración del poder carcome
esas pobres y enfermas mentes
de aquellos que escondidos tras una máscara,
matan, eliminan, callan, borran
cualquier grito de protesta...
cualquier deseo de cambio...
cualquier impulso de libertad...
Investidos de pulcros oficiales...
de bien vestidos mandatarios...
de cultos e interesados diputados...
de educados y dignos jueces...
los traidores, los asesinos, los destructores
del paraíso, sonrien y proclaman
que en Guatemala hay paz y concordia
que los derechos humanos se respetan
y que la violencia esté bajo control...
Si... seguramente está bajo control...
Bajo SU control, para que sea efectiva...
Y el pueblo... ese pueblo que se quedó
sin líderes, sin voz, sin defensa, sin motivos...
está desarmado, está solo, está condenado
a ser exprimido hasta que ya no tenga
una sola gota de sangre,
una sola chispa de energía,
ese paraíso perdido, entra a formar
parte del gran grupo de lugares
olvidados, atrasados, oscuros, malignos...
de lugares non gratos....
Guatemala, tu nombre inmortal.