sábado, 20 de abril de 2013

Triste Fin


Uno a veces tiene la idea de lo que puede escribir
llega a enfrentarse con el papel, pluma en mano
dispuesto a conquistar un terreno
que es virgen, intocado, limpio, puro...
Y empieza uno, a tratar de introducirse
en aquel blanco mundo
donde luz y sombra es lo mismo
y se queda uno allí... quieto y estático,
sin avanzar, sin retroceder;
sin saber mirar hacia la izquierda
o hacia la derecha porque... pues no existen.
El abajo y el arriba... da lo mismo
y el limbo es la palabra que se ubica en nuestras mentes
y concebir una idea es tan difícil que...
el blanco gana y nos convertimos en parte
de ese blanco, en parte del vacío,
en parte del todo uniforme
y es una blanca hoja de papel que
de ser conquistada pasa a ser conquistadora
y nos deja vacíos y llenos al mismo tiempo,
llenos de nada, vacíos de todo...
anhelando la palabra que se escapa
no como agua entre los dedos
sino que se escapa como el aire dentro
de una cámara hermética por una rajadura
que se hace y se escapa y deja para siempre
el lugar donde estaba...
entonces, sólo queda esperar
esperar a que nuestro...
nuestra jarra emocional vuelva a llenarse
y tengamos entonces un motivo
por el cual, darnos el lujo de poder
trazar aquella letra que combinada con otras
hermanas como ella nos de
la representación de nuestra idea, de nuestro plan
entonces poder nacer, poder vivr, poder ser
porque mientras esto no suceda
somos todo pero somos nada...
triste fin del que cree escribir.