jueves, 23 de mayo de 2013

Hay Días





Hay días que huelen a tí...
No... no es cierto... huelen a extrañarte,
a ese olor peculiar de la nostalgia,
que embarga, que duele, que aprisiona...
Y castiga mi camino...
llenándole de deseos no cumplidos...
de abrazos no dados...
de besos imaginados...
Hay días que me llenan de tí...
Si... si es cierto... Te toco, te abrazo,
Brilla en mis ojos tu imagen...
Mi piel siente la tuya... se pierde...
Anhelos que crecen, se aferran...
se clavan en las grutas de mi alegría
provocando sonrisas sin querer...
Y respiro también en ellos,
tu olor... distinto e igual... inédito...
suspicaz, breve y a la vez profundo y eterno.
Hay días que mueres en mí...
La oscuridad invade y la tristeza se agranda...
la soledad tiene tu rostro, tus manos...
que se alejan... en un adiós sin fin...
y el silencio huele a tu partida...
y me impregna tanto que llega a mi alma
el afán de morir contigo... pero es negado
porque ese es el precio de este dolor...
y no hay otra cosa que pueda cancelarlo.
Hay días que renaces en mí...
de esos día de luz, calor... de vivos colores...
de afables climas y cielos benignos
donde tu aroma es ciertamente adorable,
y caminas a mi lado sin estar...
y beso con el beso que pienso en dar...
rodeando tu esencia mi esencia va...
y el recuerdo y el deseo son uno y nada más...