Baúl del Poeta 3 (Paternidad)

Los recuerdos son invaluables, sean estos buenos o malos, placenteros o dolorosos, los hay suaves y duros, los hay acariciantes y detestables. Hay de todo, cada día nos deja una carga de emociones que quedarán por siempre en nuestra memoria, unas con mayor fuerza que otras, pero todas registradas y digamos archivadas en nuestro recuerdo.

Ustedes tienen memorias de la niñez de la que acaban de salir, es aun un corto espacio de tiempo el que han vivido, poco es lo que en sí pueden llamar recuerdos pero a pesar de eso, los tendrán intensos, vívidos y profundos.

Juegos, momentos, conversaciones, peleas (¿por qué no?)... Navidades, cumpleaños, visitas de familiares o amigos, la escuela, libros, canciones, viajes, mascotas...

Recuerdan museos, parques, bibliotecas, playas, zoologicos... recuerdan los momentos de estudio, algunas veces tediosos sobre matemáticas y otras cosas, el aquel... “Time to use the brain” que no era tan bienvenido en algunas ocasiones.

Recuerdan aquellas veladas donde de los libros salían como por arte de magia los caballeros andantes a rescatar a las damiselas que aquellos malosos dragones habían secuestrado, a aquellos barcos voladores que cumplían los sueños de los hijos buenos, a las historias de princesas, a las de mundos llenos de luz y fantasía, o ya más mayorcitas a aquellos cuentos de misterio y miedo donde las momias aparecían, los fantasmas flotaban sobre candelabros que oscilaban en techos oscuros de amplias y silenciosas mansiones, de monstruos invisibles que llegados de otros lugares invadían la vida de un pobre ser que terminaba mal sus dias...

Recuerdan nombres de hombres y mujeres que fueron puestos de ejemplo para una vida llena de sacrificio pero de éxitos enormes y que dejaron una herencia maravillosa a todos. Recuerdan que de esos seres tan dignos, rebuscabamos los nombres femeninos porque eran de una forma muy importantes... mujeres para ejemplo de mujeres...

Recuerdan poetas y poetisas que con palabras maravillosas, cantaron a muchas cosas... recuerdan la música, aquella majestuosa que adornó enormes salones llenos de gente perfumada y llena de caprichos de su época, a aquella música que llevo mensajes de libertad, de amor, de conciencia ante los problemas humanos, a aquella música que cambió costumbres, maneras de vida y emociones, o esa música que fue mía en su momento, que acompañó mi vida en situaciones importantes y que fue de ustedes como en una manera sublime de herencia paterna.

Recuerdan los juegos, las bromas, las risas... Papá el monstruo que correteaba a las pobres ninfas de los bosques que habían perdido sus gráciles alas, papá el pulpo gigante que emergía de las profundidades, fiero y salvaje para capturar con sus lisos tentáculos a aquellas tres viajeras que terminaban venciéndolo con sus cantos de sirena...

Recuerdan por igual los regaños, las llamadas de atención, momentos tensos, donde la seriedad fue la reina; alli no hubieron risas pero si algunas lágrimas.

Recuerdan que tuvimos que ser serios algunas veces para que la risa llegase de una forma más amplia y verdadera.

Aun falta mucho en su camino para que ustedes sean las creadoras de recuerdos en mentes vírgenes, pero llegará el momento y al menos tienen un ejemplo, no tan intenso quizá y puede ser que con algunos defectos y errores, propios de todo padre, pero tomarán lo bueno y de allí partirán, haciéndolo todo a su manera.

Recuerden que pueden recordar.