Después de todo

Después de todo, de aquello, de esto...
después de esas palabras dulces,
de caricias profundas y sutiles,
de besos apasionados, de abrazos...

Después de risas y llantos,
de desesperanzas y sueños,
de planes, de esperanzas,
de mutua compañía, de mutua soledad...

Después de susurros apasionados,
de hermosas pláticas, de ensueños,
de horas y horas de coloquio amatorio,
de sorpresas, de bellos regaños...

Después de todo, de aquello, de esto...
de oir extasiados nuestras voces,
de sentir nuestros deseos bajo el sol,
de íntimas confesiones, de secretos.

Después de absolutamente todo...
después de nosotros mismos,
después del después... aún allí
y hasta lo último... te sigo amando.

Y el tiempo pasa...

Nada lo detiene, nadie lo controla,
es su paso indiferente a nuestros deseos,
es su marcha continua sin comienzo y sin final
pero marca nuestro inicio y nuestro término.

De segundos a minutos y de estos a horas,
luego a los días, a los meses y a los años...
Claridades y oscuridades que se suceden
sin variar, hasta el infinito...

Apenas si tocamos un leve y minúsculo espacio
de ese inacabable océano del tiempo,
más es suficiente para nacer, crecer y morir...
y entre cada uno... vivir, existir y complementar.

Nada lo detiene, ni siquiera el dolor, ni el amor,
nadie lo controla, ni una madre, ni un hijo...
Y no nos pertenece en absoluto,
porque nadie es su dueño...

En ese tiempo eterno, nada quedará de nosotros,
seremos nadie, como lo fuimos antes de existir,
y aunque por algún tiempo la memoria de otros
nos mantenga, el tiempo borrará todo.

El dador de oportunidades no las da por siempre,
lo que no se hizo, no se hará jamás,
porque nadie lo detiene, porque nadie lo controla
y porque de repente, el tiempo se nos ha acabado.

Amoris vulnus idem sanat qui facet

El sol de la mañana se parece a tu mirada,
me abraza igualmente con su luz y su calor;
acaricia mi humanidad, me da vida, me da paz,
promete alegría, promete felicidad.

El viento fresco del mar se parece a tus manos,
suave, amoroso, delicado,
recorre mi piel, mi cuerpo,
fugaz y placentero, eterna sensación.

El canto de las aves, se parece a tu voz,
endulza mis momentos, me lleva a ti
a tu acento, a tu risa, a tus suspiros,
tu sonoro y dulce tono al decir mi nombre.

Las flores que adornan por doquier,
se parecen a tu risa y a tu encanto,
colores, aromas, belleza y sutilidad,
enamoran como tu alegría y tu femineidad.

El cielo que toca horizontes, se parece a ti,
por sobre todas las cosas, de día y de noche,
de azules maravillosos o negros profundos
lleno luz, cubriéndo, protegiéndo, cuidando.

Y esta calma y desasosiego,
esta lucha, esta guerra, esta paz, esta vida;
se parecen tanto a ti, que mi camino bajo este cielo,
con sol, con viento, con aves, con flores te lleva a mi.

Silencio

Somos silencios, tú y yo somos silencios;
profundas imaginaciones y sueños de afanes.
Somos dos abrazos vacíos, dos búsquedas,
dos suspiros, dos hondos sentimientos en el silencio.

Nuestro andar está perdido en dos sendas;
separadas por anchuras, por incógnitas,
por realidades y amarguras, por estrellas,
por cielos y tierras llenas de silencio.

Somos dos sombras en una encrucijada,
dos sombras sin sombra en la penumbra
del ensueño que ahonda nuestros pasos
hacia el por qué de ese nuestro silencio.

Besamos sin besar y amamos sin entrega,
la pasión nos queda lejos, estando tan cerca,
y la vida se escapa por la herida abierta,
corazones que lloran callado, ante el silencio.

Y el pesar nos consume...
Y la herida duele más...
Profundamente van los pasos
siguiendo sin cesár, este nuestro silencio.

Psicosis

Una chispa, un pequeño resplandor, una estrella microscópica, es el indicador que la puerta se ha abierto y que debo atravesarla, detrás de ella el aleteo de una mariposa puede crear terremotos, detrás de ella una sonrisa es el peor de los insultos, detrás de ella el frío es calor, la vida quema, la vida es veloz, la vida no se vive, uno es vivido por ella, pero nada me puede detener a pasar por esa puerta que no es puerta, es algo parecido a un espejo, a un ojo de agua que desafia la gravedad y se mantiene flotando como un portal frente a mi, que no soy yo, sino mi materia y mi mente... No duermo, no sueño, no estoy perdido en confusiones mentales, es algo que sucede, que está sucediendo, que me envuelve o me llama, me ordena a dar ese paso, ese salto, sin ver hacia atrás, sin meditar y sin oposición alguna, porque incluso es una necesidad.

Y desparezco en el horizonte, en uno que no está lejano, sino demasiado cerca, tan cerca que lo llevo en mí o yo soy llevado en él, y nos fundimos en uno solo que siempre hemos sido, es para entenderse mejor algo que sucede sin suceder, el asunto importante no es que nos fundamos, sino que nos mantengamos separados, pero unidos detrás de la puerta no podemos estar, aunque esa sea la naturaleza con la que nacimos, porque detrás de la puerta la vida no funciona de la manera que debe funcionar, sólo al estar separados, sólo de este lado de la puerta es como la realidad es realidad, dentro de la aquella oscuridad funciono yo pero el mundo no, fuera de la oscuridad funciona el mundo pero dejo yo de ser quien soy.

Sin embargo, es la infuncionalidad mía, la que es la realidad, el estar incompleto es mi realidad, porque completo existo mejor, pero sin un universo en el cual existir, dentro soy una partícula sin el todo, fuera soy el todo sin una partícula. Y me muevo entre aquellos extremos sin quedar jamás en un punto intermedio que elimine las faltas porque no existe un punto intermedio.

La realidad queda alterada, mi realidad... mi ir y venir, mi comprensión y mis necesidades. Se trastocan en sus inversos, en sus pares negativos, en sus propias imágenes, donde la derecha es ahora izquierda, donde el arriba es ahora el abajo. El agua no elimina la sed, la provoca, el hambre es consecuencia de la ingestión de alimentos, tengo miedo de lo que provoca tranquilidad y sólo descanso cuando me esfuerzo al máximo. Y hay conciencia, sí que la hay, pero cubierta por un velo, que no es oscuro, tampoco claro, es un velo que al cubrir, devela y al develar, esconde.

Es mi máxima aventura, pero al igual es mi máxima pesadilla.

Poetalibre
Cuaderno Amarillo . ¿Soy yo o Soy el Otro? De explicaciones inexplicables.

Marzo 2007

Unidos

La historia de nuestros pueblos latinoamericanos está llena tanto de deseos de unión como de separación, lamentablemente es lo segundo lo que ha sido el hecho mayoritario. La visión de una América Latina unida, es un bello sueño, sería una extraordinaria ventaja para todos, dejando el aquello de que la unión hace la fuerza por ser ya algo más que probado, una unidad absoluta de los pueblos latinoamericanos enriquecería nuestra identidad a un nivel extraordinario, un solo país, una sola bandera y un solo ideal.

Fuera del entorno económico y comercial que tomaría una fuerza sorprendente, puesto que difícilmente se impondrían restricciones, límites y contratos sospechosos, nuestra unidad nos converitiría en una potencia en varios sentidos.

Si dejásemos el aquello de la identidad nacional por un lado y centráramos nuestro orgullo en el origen común de nuestros pueblos, en los ideales maravillosos de Bolívar y Martí, si dejásemos de lado las fronteras que sólo nos causan daño, si olvidaramos que los acentos regionales son en realidad hermosas diferencias fonéticas de una misma melodía llamada español y que éste es la base primigenia de nuestra esencia moderna y la piedra angular de cualquier unión que pueda fundarse entre dos o entre todos los pueblos nuestros.

Si dejamos de ser bolivianos, costarricenses, cubanos por citar apenas unos pocos para ser ciudadanos de un universo latino mucho más amplio, sabiendo que la cultura regional y toda aquella historia es parte de algo más extenso, podríamos subir a un escaño superior de autoconocimiento, de valor personal y general, sabernos parte de la quinta región más grande del mundo, de un espacio gigante donde se representan todas las razas, todas las culturas, todas las tradiciones, todas las leyendas... de toda la sangre latinoamericana.

Viajar libremente por aquella vastedad de tierras hermosas, llenas de todos los tipos de climas. Considerarnos todos los dueños de los impresionantes Andes, de las islas caribeñas, de la inacabable pampa; viajar de lo grande a lo pequeño, de lo bello a lo extraordinario, adueñarnos de costumbres nuevas, de palabras nuevas, de canciones nuevas hasta que lleguen las generaciones que aún no existen y que para ellos sea natural ser parte de la inmensa patria.

Difícil que esto se cumpla... Existen obstáculos grandiosos que derribar, pero si hasta el momento lo único que tenemos en un grupo de naciones que sobreviven en un mundo competitivo, desangrándose en múltiples conflictos internos, algunas dominadas por regímenes que perpetuan la pobreza y el terror, al borde de la bancarrota... ¿acaso no sería una opción el tratar de unirnos?

Poetalibre
Cuaderno Púrpura - Anarquías - La Patria Grande
Enero 2008