Un poeta no debe contentarse con contar las maravillas de la tierra; también en el cielo hay algo que admirar. Galileo Galilei.
domingo, 24 de octubre de 2010
Amaneciendo Juntos
El sol naciente de tu voz
va iluminando el cielo que me cubre
con la díafana claridad de tu tono
y el acento único de tu estirpe.
Ese amanecer me cautiva,
retiene y aumenta mis impulsos
comprime mis ansias
haciéndolas un punto fijo.
El suave reflejo del sentimiento
embriaga, sacude, excita,
y a más luz de tu presencia,
mayor el deseo, mayor la pasión.
Y vamos tú y yo de la mano,
piel con piel amaneciendo juntos
enredados el uno en el otro
envueltos en el eco que acaricia.
En la alborada tornasol y delicada
se expone un deseo y se cumple un sueño
al soñar en el deseo, al vivirlo
se abren las puertas del delirio.
Mágica tentación adornada de luz,
flotando entre la flor, entre sus pétalos,
en el nido de las ansias,
dominados, juntos, unidos, fusionados.
Y así llega al fin el sol del amor
a descubrir dos almas que entre
el llanto y la risa, sucumben y triunfan
en cada amanecer, en cada instante.
lunes, 18 de octubre de 2010
Constancia
Cada día que pasa, cada día que nace
me deja, me trae, tu recuerdo, tu imagen...
vienes con el sol, con el viento, con las nubes,
en cada momento, en cada instante, estás tú.
Te vas y te quedas, acampas en mi piel,
te adueñas de mi pensamiento, suavemente...
me seduces, me enamoras, me motivas...
eres deliciosa, sensual, maravillosa.
Con esas manos tuyas, invisibles para mí,
acaricias mi existencia, en todo lo que hago
estás en mis ideas, en mis planes, en mí...
ocupas la totalidad de mi mente... y deseo.
Y es tan dulce el recordarte, tan tibio y refrescante,
eres el inicio y el final que no finaliza ni comienza,
estás constante, duradera, eterna, presente
en cada latido, en cada palabra, en cada respiración.
Sin ti, no existo y si existo es por ti,
eres la vida, tan profunda y excitante...
la luz, la brisa, el arrullo matinal, el ocaso...
toda esa belleza, es tu belleza... siempre en mí.
viernes, 15 de octubre de 2010
Mágico Anochecer
Y llega la hora, la hora esperada...
Aquella claridad va desvaneciéndose
Nubes esponjosas, de lento vuelo
adornan el cielo y el momento.
La cita, si, la cita que tenemos,
a la que iré cual palomo enamorado
al nido amoroso, tibio y romántico,
es ya un hecho, lleno de emociones.
Me adelanto a imaginar,
la suavidad de tu cuerpo al bailar,
la tersura y el aroma de tu piel
y esa mirada, que dice cuanto me amas.
Y hago mil planes, conjeturas,
que desfilan por mi mente...
pláticas, caricias... algún brindis
mientras la música nos envuelve.
No puedo esperar más,
este mágico anochecer nos espera,
y al fin juntos hablar de nosotros
y con besos sellar el instante maravilloso.
domingo, 10 de octubre de 2010
Esposa de Sangre
Este poema no fue bautizado por mí, sino por alguien que supo entender el significado mismo de los versos aquí expuestos.
He conocido el amor a través de tus palabras,
viendo profundo en tus ojos, en tu mirada,
escuchando tu voz y sintiendo tus caricias
apreciando tu carácter, valorando tu mente.
Cada momento contigo ha sido hermoso,
el andar juntos por lugares de ensueño,
tomados de la mano y la imaginación
y hemos llegado juntos a perdernos en ellos.
Se han sostenido tiempos difíciles,
de muchas preguntas y pocas respuestas,
con silencios que parecen eternos,
llenos de ansiedad, tristeza y soledad.
Aún en ese terreno indefinible, extraño,
donde el espíritu en verdad se manifiesta...
en medio de insondables silencios y misterios
llegó el calor de tu presencia y el deseo de la vida.
Encendiste estrellas mortecinas,
reiniciaste el baile de los astros,
el cielo volvió a ser cielo
de un azul más precioso y más perfecto.
La sangre se tornó de nuevo roja,
la mente que dormía se hizo mente,
y la imagen salvadora tan presente
en memoria autoritaria se convierte.
Por ello, en ese lapso de inconsciencia,
en rincones ignotos de existencia
el amor se torna en salvación y suerte
alejándo la inminencia de la muerte.
jueves, 7 de octubre de 2010
Ausencias
De vuelta de aquel viaje,
caigo en cuenta, sorprendido,
que se trae siempre el bagaje
de lo pasado y aun de lo perdido.
Todo es pesadez y nada sólido
o envuelto en brumas espesas,
en la vuelta lenta o de bólido
con esas sensaciones tan impresas.
Hay un confuso rumor lejano,
que viene de un sueño tan preciso
como extraño, pero muy humano
quedando casi como compromiso.
Pero no todo lo tengo entendido,
hay cosas incoherentes y extrañas
silencios, gritos para ser advertido
quedando adheridas a mis entrañas.
O es acaso todo una imaginación,
que ha quedado a la deriva,
inerte flotando sin control...
llena de libertad apreciativa.
Sea realidad o fantasía,
todo lo siento lleno de ausencias
aumentando esta agonía
al esperar otras consecuencias.
viernes, 1 de octubre de 2010
La Otra Musa
Es ella la visión del final,
la que reclama el último verso;
la poesía postrera, la eterna,
oscura y mejor prosa.
La que se marca con la vida,
la que se acentua con el corazón,
la que canta al recuerdo,
a la pena y al adiós...
No hay mucho color y luz
en su presencia absoluta,
hay silencios y llantos,
también hay dolor y contento.
Extiende su brazo y alcanza,
y el frío recorre el cuerpo
y en su toque pregunta:
¿Dónde está la palabra?
¿Qué puede escribirse
en ese poema final?
No lo sé, aun no lo sé
lo importante quizá, o no.
La vida que se ha tenido...
Los sueños que quedan...
Los éxitos y fracasos...
El mal causado... no lo sé.
Más sé que volverá,
por tercera vez, volverá
y ese poema que no quiero escribir
tendrá que estar listo.
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