¿Adónde quedan las palabras
que no se envian al amor?
¿Qué se hacen...?
¿Mueren acaso o duermen?
Ellas aprietan al corazón,
estrangulan al alma
cuando tratan de salir
y no se les permite el vuelo.
Ellas colman de dudas,
intranquilizan los sentidos,
crean confusión y soledad
cortan la esperanza.
Escribir al vacío,
es como nadar contra corrientes,
es luchar contra el tiempo
es razonar lo irrazonable.
Escribir al vacío...
escribir a la nada...
buscando un refugio
que nos devuelva la vida.
Más si no salen...
si no se envian al amor
terminarán aniquilando
y convirtiéndonos en vacío.