Hoy siento tu presencia,
tu pasado en mi presente,
tu distancia en mi camino,
tus ayeres y tus sueños
tocando mis realidades.
Hoy camino de tu mano,
tu voz me lleva acariciado
por el contorno de tu piel
respirando el aroma
cautivante de tu ser.
Hoy me enredo entre tu pelo,
en la madeja de tus ideas
y en el laberinto de tus palabras
envuelto en verbos y acentos
cavilo en tus desesperanzas.
Hoy dirigo apresurado
la vista a la pálida languidez
de tu rostro demacrado
y es espejo de profundidades
que refleja este destino.
Hoy contemplo muy alejado,
el paisaje que no fue pintado
más que por el pincel
que recoge de la vida...
el color oscuro de la muerte.
Hoy y sólo hoy, está pesado
el pensamiento ensimismado...
hoy se torna el ayer en nada
y la nada en llanto inexistente
de unos ojos que no son míos.
Hoy el cielo me pregunta
cuándo y dónde cayó el ave,
que cantaba amaneceres...
Y yo le digo... no ha caído...
solamente se ha dormido.
Hoy deja de ser el hoy...
es confuso y traicionero,
es la imagen que perdida
se hunde por completo
en la saga de mi vida.