A la duda quemante que mantienes
conjurando males que no existen
y que con dolor siempre revisten
a los pensamientos que sostienes.
Nada diré, ni habrán explicaciones
pierdes tu tiempo y serenidad
pues nada hay en esa vaciedad
que inventas hasta con exageraciones.
Si ya no me amas, no temas decirlo
pero no trates de hacerme el culpable
se, por favor con mi corazón más amable
y déjalo en paz, tranquilo, sin herirlo.
Basta de días de interminables frialdades
que nada he hecho para merecer tu desprecio
no puedo aceptar que este sea el precio
de vivir bajo el yugo de tus falsedades.
Si hundida ha quedado la flor de la ilusión
y todo en nuestro camino no te alegra
ni el recuerdo tan feliz ya se conserva
no sigamos encerrados en tan cruel prisión.
Vivimos ya dentro de una mentira,
inacabable que aplasta el sentimiento
y es mayor cada vez el sufrimiento
de hacer pedazos nuestra vida.
Por eso, si tú no puedes renunciar
deja que yo tome entonces la palabra
acabemos con ésta existencia macabra
cada quien por su lado para olvidar.
De ti guardaré el dulce recuerdo
de aquellos momentos en que el amor,
era el único lazo lleno de fervor
que amparaba nuestras vidas en acuerdo.
Olvidaré la mentira, la malicia,
la perfidia, la insolencia y el abuso
todo ese pensamiento tan obtuso
que trocó en amargura la delicia.
Deseo que encuentre la ternura,
el regocijo, la paz y la miel,
que seas a ese nuevo amor, fiel
y no vuelvas a vivir esta locura.
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