En la pálida luz del atardecer,
cuando el día está pronto a morir;
es que poco a poco comienzo a sufrir
al recordar lo que la suerte me hizo perder.
Perdí mi sonrisa una tarde de verano,
se fue en la brisa como ave asustada...
desapareció, al irse, lo que tanto anhelaba
como agua recogida por la mano.
Perdí mi tranquilidad en ese ocaso distante,
muriendo la flor de mi ser, para siempre
y desde entonces vivo como ausente...
sin alegría, solo con esta pena constante.
Se esfumó mi felicidad esa tarde lejana
y quedó vacía mi alma de gozo,
sin un sólo anhelo por algo hermoso
llegado la amargura en forma temprana.
Y hoy, mi espíritu triste y desolado
que anima esta vida sin fé ni valor,
está consumido en penas de amor
pues de toda su voluntad ha sido despojado.
sabes..he sentido amargura realmente al analizar tu Poema..me adentras en la infinidad de cosas que la vida te va dando y quitando..y en este vaivén..una sonrrisa menos o una alegria mas..
ResponderBorrarlo cierto es que llegamos desnudos a este mundo..generalmente llorando evidencia que estas vivo..
Me sorprende y siempre me ha sorpendido la fortaleza y al mismo tiempo la fragilidad de nosotros los humanos dotados de toda inteligencia , que señoreamos sobre el resto de las especies..sin embargo no somos dueños de nada..ni siquiera aveces capaces de gobernar nuestros pensamientos o sentimientos..cuando estos avasallan no hay quien pueda con ellos aveces se pueden dominar pero otras veces la mente sera?? se niega a doblegarse y pierdes toda voluntad..