'Cuéntame por favor, un cuento de la vida real'
Estoy apresurando el paso por la veredita morena de mis ilusiones, jubilosos y alegres entretejen sus cantos los ruiseñores y el viento y sus perfumes de la tarde y los brillantes de la luna me hacen exhalar un suspiro y una párvula sonrisa como los niños alegres, como las aves que juegan.
Voy otra vez como todas las tardes a inventarte poemas, pienso en uno: el de la princesita encantada que teniendo todo el amor no lo tenía y pensando en palabras y adjetivos tiernos tus dos ojos ámbar me aprisionan el alma, voy a relatarte el final hermoso de la princesita encerrada en aquella jaula de oro, de cómo fue que el caballero pobre desafió al imperio y huyó con ella...
Mientras tejo mi historia, que has de creer, siento tus manos entibiando mi ser, tu aliento presuroso y tu voz de canario, miro a las estrellas y a la blanca luna... y ya no pienso en el cándido cuento, mi corazón se acelera y es más corto el camino y tú estas como siempre en nuestra misma esquina...
Y me alegro de que no estes prisionera, que no sea yo el pobre del cuento y en un amoroso y fuerte abrazo yo te digo Hola y tú me dices que nunca te entiendo...
¿O es acaso que todo ha sido un sueño y que eres la prisionera del amor y yo el pobre que de lejos observa tu encierro y tu dolor, sin poder hacer nada?
Voy otra vez como todas las tardes a inventarte poemas, pienso en uno: el de la princesita encantada que teniendo todo el amor no lo tenía y pensando en palabras y adjetivos tiernos tus dos ojos ámbar me aprisionan el alma, voy a relatarte el final hermoso de la princesita encerrada en aquella jaula de oro, de cómo fue que el caballero pobre desafió al imperio y huyó con ella...
Mientras tejo mi historia, que has de creer, siento tus manos entibiando mi ser, tu aliento presuroso y tu voz de canario, miro a las estrellas y a la blanca luna... y ya no pienso en el cándido cuento, mi corazón se acelera y es más corto el camino y tú estas como siempre en nuestra misma esquina...
Y me alegro de que no estes prisionera, que no sea yo el pobre del cuento y en un amoroso y fuerte abrazo yo te digo Hola y tú me dices que nunca te entiendo...
¿O es acaso que todo ha sido un sueño y que eres la prisionera del amor y yo el pobre que de lejos observa tu encierro y tu dolor, sin poder hacer nada?
Que bonita comienza tu carta,con una ternura casi infantil...y de a poco se trasforma en una pasión adulta,el deseo que hace acelerar tú corazón...
ResponderBorrar¿Pero que paso, era realidad o sueño??
¿Y si son ambas cosas a la vez?.
Como fuera¡¡¡...
¡¡Conviértete poeta en su gallardo caballero,que con su pluma como arma libere a la princesa cautiva,y custodia su corazón por siempre¡¡
...total soñar no cuesta nada..no??