Baúl del Poeta 9 (Opinión)

BAUL DEL POETA 9 (OPINION) ARCHIVO - AGOSTO 2009

¿Qué es amar a la antigua?

No creo en realidad que haya una manera de amar a la antigua o a la moderna, el amor es el mismo, el sentimiento no ha cambiado en nada, un par de ojos que apuñalan suavemente el corazón, una voz que acaricia por completo nuestra vida, unas manos que al tomarlas entre las nuestras nos electrizan todo el cuerpo, un cuerpo que se amolda al nuestro en nuestros deseos y se vuelve una meta, la búsqueda de nuestra satisfacción.

La manera de la conquista tampoco creo se pueda diferenciar entre antigua y moderna, las costumbres cambian igual que todo, pero no se trata de que la esencia en sí de aquello desaparezca, serán los medios, el lenguaje, los recursos; el fin es el mismo.

Creo que en muchas formas actualmente dignificamos demasiado el beso en la mano y el ramo de flores, la leve inclinación de cabeza, el caballerismo, el amor estilo victoriano, el de las obras de Dumas... ¿pero fue eso una realidad?...

Dudo que la totalidad del género humano de esos entonces participaran en semejantes ritos románticos, los campesinos, la clase pobre y trabajadora, los olvidados de la sociedad, ¿estaban ellos acaso también acostumbrados a la nota perfumada entregada con discreción en la mano de la señora acompañante de la hermosa damisela que casi flotaba en aquellos vestidos vaporosos?

Versos y poesías entregados en el balcón, palabras cargadas de honor como de pasión y adornos rebuscados para inflar el sentimiento de la conquista...

Eso fue sólo una moda, una época y una costumbre regional de una parte de la población de algunos paises que se hizo prototipo de algo que no fue lo que pensamos y que se extendio como un modelo a través de las artes literarias y teatrales y luego de películas.

En la época actual el ramo de flores podría ser visto como una broma, el beso en la mano como una tontería y los poemas y versos como una rareza y no por aquellos que son los conquistadores, sino por las propias conquistadas.

En realidad la conquista, el enamoramiento no ha cambiado en nada, aquellos fueron artificios y agregados que fueron y pasaron, antes y después de esto todo se ha mantenido de la misma manera. Dos que se atraen y se vuelven locos mutuamente no necesitan de flores, poemas y serenatas, sólo desean amarse, entregarse sin obstáculo a su amor, a su deseo.

Ninguna mujer vale menos para ser amada si no posee vestidos vaporosos y costumbres de alta etiqueta, ni hombre alguno vale menos para ser amado si no posee el talento de la caballerosidad rebuscada.

El amor llega y nos convierte en sus esclavos, nos hace pulir nuestra conducta, nos convierte en autómatas con una sóla intención... Amar y todo lo que eso conlleva. No hay marcha atrás.

Aunque si nos llamamos románticos, vivamos obsecionados y lamentando no haber nacido en “aquellos tiempos”, en los cuales tan igual que hoy, el beso en la mano o la invitación al cine, no nos garantiza en absoluto llegar triunfantes a la conquista total de aquel ángel del cual nuestro corazón ha quedado prendado.

POETALIBRE

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