CARTA DE AMOR 42

'Solos y enamorados... ¿A quién contarle la historia?'

Desde la pálida bruma de mis recuerdos, vengo a decirte tímida estrella, cuanto la quiero, que los arpegios dulces de mi sonata queradon mudos y que el silencio está devorando mis pensamientos.

Tú, que aprendiste a leer mis labios, tú que con el párpado de tus auroras eras mi guía supiste siempre cuanto la quiero; tú que escuchaste en la noche mi grito interno... quiero pedirte mi celeste amiga que te poses silente en su ventana, que envies un mágico halo hasta su frente y en él le digas cuanto la quiero.

Anhelo que sepa, que entre las nubes grabé su nombre, que un par de grillos cantan conmigo la canción incesante de que la quiero, que es frío e hiriente el oscuro velo de la eterna noche que nunca duerme, esa misma noche que antes fue lívida, corta y tan sólo de dos amantes...

Yo estaré esperando a que me respondas o saldré a buscarte apurado hacía el horizonte y será la única seña que te he encontrado cuando te mire fugaz, descender en un plenilunio, abriré entonces las alas del pensamiento y estaré a su lado, en nuestra misma esquina... le daré luego un cálido beso y a ti, una lágrima, que será tu espejo.

Franco

LAS YEMAS DE LOS DEDOS QUE HABLAN

El pelo de mi imaginación
sube a tu cuerpo, corazón, esta idea
es la lengua que te moja, es la órbita
de las pestañas
que protegen alguna pausa para los ojos
o para lo que ves, parada en tu horario, es también
mis vocales que te llegan consonantes, porque abro tan poco la boca
solamente para vos, parado en mi vestuario, en mi rincón,
salpicándome las órbitas, mojadas por tu lengua
salida de una idea, vaya locura del buen gusto
y caricias alejadas y te quiero aparecé devolveme las pausas, gracias,
todo esto es tan raro, tan raro como aliviador.

Vivir

Vivir...
Estado de movimiento, razón y pensamiento,
de apreciación y aprendizaje
de sentimiento y virtud, de total emoción,
de sensibilidad, motivos y libertad.

Vivir...
con los sentidos abiertos y atentos,
para conocer, entender y apreciar,
para diferenciar alegrías y tristezas
para conseguir éxitos, penas o lamentos.

Vivir...
La diaria aventura, la ruta de los sueños.
calor, frío, dulzura, abrazo
amor a cada minuto, soledad, amargura
pero viviendo, siempre existiendo.

Vivir...
El latido constante, el pecho creciendo,
murmullos de voces, de llantos, de risas
explosión de deseos, multitud de ideas
siempre llegando, creciendo, triunfando.

Vivir...
El placer de querer y ser querido,
el paso seguro, enmedio de tormentas,
la luz, la música, los libros...
el centro de todo, vivir viviendo.

El Silencio

El silencio mata, es la nada, es el olvido;
la oscuridad que aterra, camino que acaba,
un pozo sin fondo, donde cae sin remedio
el alma que ha sido tocada por su veneno.

El silencio corroe, acaba, perturba;
rompe los hilos que sostienen la esperanza,
los delicados sueños son destruídos
cuando son invadidos por su negrura.

El silencio es muerte, es el fin, la derrota;
es perder una joya que cae de nuestras manos,
hacia ignotos paraderos, lejos de nosotros
y su pérdida causa enorme tristeza.

El silencio es una pared que limita
el espacio de nuestra ilusión,
es la trampa escondida y traicionera,
las fauces salvajes del olvido.

El silencio es lágrimas, tragedia y dolor;
una garra asesina prendida al corazón,
abandono absoluto y cruel
de la no presencia, de la no palabra.

El silencio es un jardín monótono
de flores mustias, secas y perdidas
donde se concentra la melancolía
de darse cuenta que en vida, se puede morir.

Dos... y es amor.

Amor que llegas, amor que esperas,
amor de medianoche,
amor que asaltas, amor que matas,
amor de luna llena.

Dos corazones que laten juntos
al compás de un sentimiento

Amor de ensueño, amor de risa,
amor tan añorado,
amor de llanto, amor de versos,
amor desesperado.

Dos pensamientos de la mano
en el sendero de una ilusión.

Amor de lejos, amor de cerca,
amor en soledad,
amor de siluetas, amor de deseos,
amor en inmensidad.

Dos pasiones encendidas
que se abrasan y se queman.

Amor distinto, amor etéreo,
amor siempre constante,
amor extraño, amor lozano
amor lleno de bondad.

Dos anhelos que se atraen
hacia el centro de la emoción.

Amor valiente, amor dichoso,
amor con temeridad,
amor divino, amor gozoso,
amor sin frivolidad.

Dos mentes que se piensan
en entregas profundas con libertad.

Encantadora

Eres un soplo de felicidad,
intangible casi, invisible siempre...
que llegas y te quedas
llenando el mundo de flores,
de lindas sorpresas,
contagiando alegría y dicha.
Motivas y embelezas,
despiertas sueños y deseos
tocas las fibras escondidas
y ese toque es supremo.
Adornas mi existencia
con detalles cariñosos
y abres puertas escondidas
a pensamientos deliciosos.
Tu presencia llega mucho
a lo íntimo y desconocido
y me haces gozar
de los jardines de tu femineidad.
Eres graciosa, sutil y agradable
tu cariño lo siento en cuerpo,
espíritu, alma y voluntad
un canto de gorrión
en la palma de mis manos.
Tus pasos los presiento,
a pesar de tu lejana presencia
como esa estrella que muy lejos
se refleja en mis pupilas.
Candorosa y dulce,
efímera y eterna mariposa,
cause de agua refrescante
rosa fragante de vivos matices.
Quedo detenido en el tiempo
cuando me falta tu sonrisa
cuando me quitas tu dulzura
cuando extraño tu ternura.
Tu gracia de sirena
embruja mis emociones
dejando en mi corazón
la marca de tu amor.
Eres y no estás
estás cuando te pienso,
te pienso cuando te siento,
te siento cuando eres.

CARTA DE AMOR 41

'¿Tendrá precio el amor?

¿Cómo te ha ido?

Dímelo ahora, ha sido ingrato el despedirnos porque todavía latían los corazones, porque aún era fuerte nuestra esperanza, yo no pude competir entonces, el brillo del oro compró tu cariño pero nunca tu alma ni mi apasionado beso, ni pudo ni puede comprar tus recuerdos, las noches silentes de luna y de besos, nuestras confidencias, nuestras mil caricias, aquel tímido llanto, toda la alegría de saberme tuyo, de saberte mía.

Las ilusiones y los castillos de los que somos pobres, tienen más valor que todas las joyas, piedras inservibles; que los oropeles, las pieles y el frío metal tienen la riqueza de mi sentimiento que jamás encontrarás...

Pero ya ves... La vida es así, una compra-venta de utensilios, de caprichos; fuiste del poderoso, juguete vano de quien te obtuvo; ahora te digo, con la verdad como siempre: aunque viera en tus ojos dos diamantes por llanto y aunque me obsequiaras ese oro que gastas, mi amor no se vende ni se alquila por ratos...

Por eso te digo que ha sido ingrato el despedirnos, de tajo, como tú lo hiciste porque no confiaste en mis talentos y sólo viste... el color del oro.

Espejismo

Primero me traes del cielo tu esencia,
y adornas mi vida con luz,
abres un camino dulce y maravilloso
y me invitas a caminar en él.

Y yo simple humano, solitario,
alejado de aquello que brilla
caigo ciego de placer
ante el resplandor de tu presencia.

Y veo que no todo era malo
en esta vida donde no me acoplaba
que aun tenía un destino
o un sueño que podía cumplir.

Mis días eran música suave,
con cielos azules y
nubes que eran caricias
encantadoras y divinas.

Hipnotizado por el paraíso
que abría sus puertas a mí,
formé castillos y reinos
de doradas paredes.

Pero el cielo no era cielo...
ni la luz era luz,
No había tal destino
ni presencias del amor.

Tal como vino el paraíso,
así vino el averno
donde el ciego se consume
añorando su pasado.

Caricias

Al contacto de tu piel
mi piel se incendia,
y resurgen poderosos
los deseos tan intensos.

Se deslizan mis dedos
en caricia que sofoca
y que invade con su fuego
a mi cuerpo ya impaciente.

Recorro con mis manos
redondeces, valles y planicies
conociendo tus encantos
y rincones más sensibles.

Delirantes mis anhelos
van cubriendo totalmente
a este cuerpo que parece
un ser ígneo y poderoso.

Se consumen mis esperas,
ya no quedan resistencias
me abruman las ideas
concentradas en tu cuerpo.

Y así, como ente ya perdido
por completo dominado
abro la puerta deliciosa
a nuestros placeres dispuesta.

La pasión entonces llega
con la fuerza de un tornado
que a los dos nos eleva
a la cima de este éxtasis.

Entre suspiros y te amos
entre besos y abrazos
entre sudores y caricias
la paz llega lentamente.

Recobramos la entereza,
ya tranquilos, ya cansados
nos besamos con cariño
y hablamos del amor.

La Dulce Vida

¿Qué necesitamos para vivir plenamente?
Vivir... simplemente.

Nadie necesita una casa lujosa, autos, muebles, dinero en abundancia, un nivel social de primera categoría, un ambiente lleno de deliciosas propiedades, un nombre conocido por medio mundo, una profesión que nos mantenga en la cima de la montaña inventada por la egolatría.

Necesitamos únicamente satisfacer las necesidades naturales de nuestro cuerpo, cuando vayan apareciendo. El hambre, la sed, el dormir... el sexo...

Nuestro estómago no diferencia entre un caviar costosísimo y un pedazo de pan con sal, o entre un vino francés de excelente calidad y un vaso de agua. Nuestro cuerpo necesita reposo, e igual lo hallamos si dormimos sobre un pedazo de tela roída o en una cama imperial en una suite de lujo de un hotel de cinco estrellas y sobre el sexo... bueno... es la calidad, no la cantidad lo que satisface a la larga.

Vivir plenamente, es vivir en paz.

Y nuestro mundo humano, este que entre todos hemos creado, nos impulsa a existir de una manera antinatural, inventamos prisas, inventamos necesidades, inventamos estatus sociales y a esta altura las consideramos indispensables para nuesta vida.

Esa paz, cada día está más lejana, casi inexistente para la inmensa mayoría de seres humanos;
nos esforzamos desde muy temprano a la búsqueda y conquista de ese nivel que creemos es el óptimo para disfrutar de nuestro paso por el mundo.

Complicamos nuestra vida, entre los deseos que tenemos y los fracasos que conseguimos, porque el éxito aparente en nuestro camino sólo involucra más penas, más problemas, más tristezas, más soledad...

Vivimos tan a prisa que perdemos el precioso tiempo que limitadamente tenemos a nuestra disposición, y la vejez llega sorpresivamente, y descubrimos que a pesar de la dura tarea a la que nos impusimos, no tenemos nada. Bañados en lujos y no tenemos nada.

Perdemos el rumbo, equivocamos el camino, probamos lo innecesario, esclavizamos nuestra libertad, creamos conflictos con aquellos que amamos y nos aman, enfermamos nuestros cuerpos, nos internamos en pasiones contradictorias, en vicios destructivos, en relaciones que no van a ninguna parte, en metas inalcanzables y en sueños impracticos.

¿Es el pago por ser la máxima creación evolutiva? ¿Es que acaso, al evolucionar la inteligencia, el instinto que maneja el sentido lógico de la simple existencia ha quedado invalidado? ¿No debería ser lo contrario?

Somos criaturas llenas de enorme capacidad, podemos ser buenos o malos, es nuestra elección.

Entre nosotros hay ejemplos de virtud y bondad. Pero la mayoría de nosotros, metidos hasta la cabeza en las rutinas de esa vida inventada, lejos muy lejos de la virtud y la bondad, ya no podemos disfrutar de una vida simple que nos de la paz que todos necesitamos.

Y aunque el caviar y el vino francés son inalcanzables para muchos, nos hacemos la idea de que algún día los disfrutaremos y entonces, habremos vivido plenamente.

Mis Poemas Favoritos 1 - El Seminarista de los Ojos Negros

Inicio con este, la serie "Mis Poemas Favoritos", obras que forman parte de mi historia, que me traen recuerdos, sentimientos, alegrías y tristezas en un mosaico de emociones que se ha agigantado día a día. Los poemas que aparecerán poco a poco en esta serie, son con mucho, los que motivaron en mí, el imitar el trabajo de estos hombres y mujeres, que saben transformar en palabras, un arco iris de situaciones, adornándolo todo con magia y maestría.

El primero viene de la magnífica pluma de Miguel Ramos Carrión, dramaturgo, periodista, humorista y poeta español. De su producción poética sobresale a mi gusto y seguramente al gusto universal, su poema "El seminarista de los ojos negros", en este, Ramos Carrión nos da la historia de un amor, pero no es un amor común, es un amor prohibido, entre una joven mujer y un seminarista que va en camino al sacerdocio. Y a pesar que nunca están juntos, ambos saben perfectamente que se aman, y la muerte del seminarista, termina con las ilusiones, dejando a la dama, para siempre, enamorada de un recuerdo.

EL SEMINARISTA DE LOS OJOS NEGROS

Desde la ventana de un casucho viejo
abierta en verano, cerrada en invierno
por vidrios verdosos y plomos espesos,
una salmantina de rubio cabello
y ojos que parecen pedazos de cielo,
mientas la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.

Baja la cabeza, sin erguir el cuerpo,
marchan en dos filas pausados y austeros,
sin más nota alegre sobre el traje negro
que la beca roja que ciñe su cuello,
y que por la espalda casi roza el suelo.

Un seminarista, entre todos ellos,
marcha siempre erguido, con aire resuelto.
La negra sotana dibuja su cuerpo
gallardo y airoso, flexible y esbelto.
Él, solo a hurtadillas y con el recelo
de que sus miradas observen los clérigos,
desde que en la calle vislumbra a lo lejos
a la salmantina de rubio cabello
la mira muy fijo, con mirar intenso.
Y siempre que pasa le deja el recuerdo
de aquella mirada de sus ojos negros.
Monótono y tardo va pasando el tiempo
y muere el estío y el otoño luego,
y vienen las tardes plomizas de invierno.

Desde la ventana del casucho viejo
siempre sola y triste; rezando y cosiendo
una salmantina de rubio cabello
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.

Pero no ve a todos: ve solo a uno de ellos,
su seminarista de los ojos negros;
cada vez que pasa gallardo y esbelto,
observa la niña que pide aquel cuerpo
marciales arreos.

Cuando en ella fija sus ojos abiertos
con vivas y audaces miradas de fuego,
parece decirla: —¡Te quiero!, ¡te quiero!,
¡Yo no he de ser cura, yo no puedo serlo!
¡Si yo no soy tuyo, me muero, me muero!
A la niña entonces se le oprime el pecho,
la labor suspende y olvida los rezos,
y ya vive sólo en su pensamiento
el seminarista de los ojos negros.

En una lluviosa mañana de inverno
la niña que alegre saltaba del lecho,
oyó tristes cánticos y fúnebres rezos;
por la angosta calle pasaba un entierro.

Un seminarista sin duda era el muerto;
pues, cuatro, llevaban en hombros el féretro,
con la beca roja por cima cubierto,
y sobre la beca, el bonete negro.
Con sus voces roncas cantaban los clérigos
los seminaristas iban en silencio
siempre en dos filas hacia el cementerio
como por las tardes al ir de paseo.

La niña angustiada miraba el cortejo
los conoce a todos a fuerza de verlos...
tan sólo, tan sólo faltaba entre ellos...
el seminarista de los ojos negros.

Corriendo los años, pasó mucho tiempo...
y allá en la ventana del casucho viejo,
una pobre anciana de blancos cabellos,
con la tez rugosa y encorvado el cuerpo,
mientras la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.

La labor suspende, los mira, y al verlos
sus ojos azules ya tristes y muertos
vierten silenciosas lágrimas de hielo.

Sola, vieja y triste, aún guarda el recuerdo
del seminarista de los ojos negros...

CARTA DE AMOR 40

'Timidez, agrandas la imaginación y prendes incendios'

Dónde pongo este amor indiferente que de noche quiere amarte, que persigue tus silencios, que se humedece de llanto sin podertelo expresar, que palidece al nombrarte y que enmudece a tus ojos.

No sabes cuantas veces he resuelto ser distinto, encontrarte en una esquina y mirarte fijamente, enredar en tus cabellos mis dos manos cariñosas, sujetarte firmemente y ofrecerte un beso ardiente, no dejar ni un breve lapso donde quepa algún reproche, ser huracán en tu tarde y volcán toda tu noche, vegetal y profundo como son tus esperanzas, musical y dispuesto como tu alegre sonrisa, megalómano y tierno como tu alma de niña, explosivo y quemante como el carmín de tus labios y después de aquel vuelo de potro, lluvia y estrellas... Un ángel tibio de terciopelo que roce tu piel, como flor en la madrugada.

Pero vuelve a pasar sin saber cómo y cuándo que mis sueños y llantos en sólo eso quedaron, porque apenas si he visto tu presencia entre las sombras y se hiela mi sangre, mi timidez se agiganta.

Por eso quiero enterrar mi fantasma, este ingrato que me hace cobarde y que no me deja soltar mis intentos, si al fin lo lograra una noche de estas, conocerás ciertamente de lo que son capaces mi amor y mis sentimientos.

Palabras, sólo palabras…

Las palabras nunca mueren,
se quedan para siempre, prendidas, pegadas,
formando racimos de alegría o de dolor,
encerradas en nuestra mente.

Salen a la luz de nuestro presente
ya sea porque las recordamos concientemente
o porque lo que vivimos les abre la puerta
y nos inundan el alma... nos devoran.

Unas son como suspiros, como brisas
que acarcian los sentidos,
los "te amo" guardados en la sangre
que recorre nuestro cuerpo.

Palabras que fueron medicina,
que curaron una herida,
que secaron una lágrima
salida de la tortura de estar triste.

Son la mano amiga que nos salva,
son el abrazo necesitado,
el socorro llegado justo
en el momento de la mayor soledad.

Y recordar estas nos devuelve la vida,
provocan sonrisas,
renacen agradecimientos;
divinas palabras de amistad, de amor.

Otras, son como arañazos, golpes
que hieren el alma, la consumen,
los "te odio" guardados en la sangre
que recorre nuestro cuerpo.

Palabras que fueron veneno,
que abrieron una duda,
que crucificaron el espíritu,
arrasando nuestra felicidad.

Son la intención mortal y dañina,
son el grito infernal que aplasta
el rencor y maldad llegados justo
en el momento de la mayor alegría.

Y recordar estas nos cortan la paz,
provocan llanto,
renacen tormentos;
malditas palabras de desprecio y mala voluntad.

La Doble Vía

¿Voy o vengo?
¿Soy lo real o lo ilusiorio?
En este camino de doble vía
transito por igual
el ir y venir.
Mi destino es mi punto de partida,
Mi meta es lo mismo que el origen,
y me muevo en el medio
de una confusión de direcciones.
Sin un punto de referencia
pierdo la noción de movimiento
y en el medio de la nada
me aferro a encontrar una salida.
Sé que este camino
que por ahora se antoja pristino
he pasado varias veces
sin saber cómo, sin saber cuándo.
Las sombras que enceguecen
y lo brillante que oscurece,
es lo que atormenta mis sentidos
en el afán de hallar mi sendero.
Caras nuevas que son viejas,
sentimientos ajenos que son propios,
palabras nunca oídas pero dichas,
preguntas sin respuesta, respondidas.
El espejo donde aparece mi reflejo
es una puerta, una entrada o salida
a la realidad que se llama fantasía
o a la fantasía que es la realidad.
Trato de caminar hacia un destino
que se marca como algo ya vivido
y todo aquello que parece mi pasado
se encuentra escondido en el futuro.
La ansiedad que siento dominante
encajando sus garfios afilados,
es la misma paz que me abraza
fuera del laberinto de mi pesadilla.
Es la paz convertida en cruel guerra,
como silencios que se cargan de sonido
es la sed que se sufre al tomar agua,
y la muerte que se iguala con la vida.

El Mar de la Vida

La vida es un mar, en constante movimiento, es un ir y venir hacia diferentes puntos, es un viaje en solitario, es una míriada de cosas a las que llamamos propias, eternas, temporales, alegres, tristes, solemnes, simples, dolorosas, ingenuas, tardías, sorpresivas, sensuales, lacerantes, superfluas, repulsivas, maravillosas, inocentes, adorables, terribles, corrientes, profundas, tontas, difíciles, poéticas, liberadoras, infantiles, sangrientas, serias, locas, abismales, amorosas, ilógicas, lejanas, imposibles… y miles más.

En su ebullición continua, la vida nos da pautas, problemas, soluciones, enfrentamientos, dolores, ilusiones, pérdidas, ganancias, oportunidades, beneficios, arrepentimientos, prisas, locuras, debilidades, soledades, amores y odios… y miles más.

Vivimos apenas en la orilla de tan tremendo océano, a pesar de tanto que recibimos de ella, la vida nos queda demasiado grande en la mayor parte de las veces, incluso nos deja rezagados, perdidos, anhelantes, deseosos, en conflicto con nosotros mismos, muy a nuestro pesar, muy en contra del poderoso deseo de alcanzar metas, de cumplir sueños, de saber un poco más de lo desconocido. La vida nos abraza, nos transforma, nos amolda, nos empuja, nos sacude, no espera y quedamos atrás, cuando el tiempo de la marea de la vida se acaba para nosotros.

Nos aferramos al pasado, a los recuerdos, a aquellos días que no volverán nunca más y que los sentimos como los más felices, los más especiales, los mejores que hemos tenido. Pero las mareas pasadas del mar de la vida sólo dejan consecuencias en nosotros, los recuerdos los atesoramos como algo invaluable, y a pesar de que lo pasado nos da la experiencia para el presente, ni alli, logramos ponernos a la altura necesaria para ir más allá de esa orilla que pisamos con mezcla de temor, ansiedad, deseo, impulso, curiosidad y en algunos casos, temeridad.

Nos atenemos al futuro, a los sueños, a los planes, a lo que deseamos conseguir, disfrutar, poseer; y luchamos unos con enormes fuerzas y otros con la fé por delante para embarcarnos en esa marea imponente que es el mar de la vida futura. Sin certezas ni seguridades, el viaje por ese futuro se llena de fantasías, de exageraciones, de falsas promesas que nos hacemos a nosotros mismos, sellamos contratos con nosotros mismos, y buscamos la estrella que nos alumbre esa oscura playa donde deseamos dejar huella.

Mientras que el presente, el oleaje repetitivo nos condena a la rutina, al cansancio, a todo lo que no es el bello pasado, ni el desconicido pero luminoso futuro que imaginamos y es en realidad, este presente, lo único valedero que tenemos. Caminamos por esa playa sin darnos cuenta de hacerlo, oímos el ritmo de las olas pero no las escuchamos, vemos el mar pero no lo observamos, el recuerdo nos perturba, los sueños nos invaden y dejamos de vivir nuestro presente, la belleza profunda de ese mar misterioso es vedada a nuestra comprensión.

Si tan sólo nos atrevieramos a penetrar en sus aguas… lo que hallaramos sería quizá lo que necesitamos para dejar el pasado en paz y dirigirnos al futuro bajo otros términos, mucho más lógicos, seguros y firmes.

Amor a Nada

No te sientas con derecho de llamarte la ofendida,
pues sólo sufres las consecuencias de tu acción.
Hoy el llanto que derramas y tu falsa indignación,
es una ridícula mentira y a mi alma no intimida.

Yo te amé, no lo dudes, con toda la fuerza de mi ser,
pero al amor no lo comprendes, no sabes amar...
olvidaste las cosas importantes, las de recibir y dar,
pues a ti lo mismo vale, el amar y el querer.

Me pregunto que clase de roca tienes por corazón,
que a pesar de tanto amor, no lo pude cambiar,
a cambio de ello sólo logré a mi alma lastimar
con falsas esperanzas de vencer tu obstinación.

Esa necia actitud que durante nuestra relación
mantuviste ciegamente a todo momento
fue la causante principal de ese constante tormento
que se convirtió en nuestra destrucción.

Ojalá encuentres en tu vida quien comprenda,
quien acepte vivir bajo tu manera tan despótica;
que soporte tu agresividad y tu manía neurótica
y que con su amor y paciencia, el tuyo encienda.

Yo de ti, guardaré quizá un simple recuerdo,
no quiero torturarme más el pensamiento
trantando de comprender lo que no entiendo
para no terminar loco, enfermo y seguir cuerdo.

CARTA DE AMOR 39

'La soledad duele más cuando se recuerda lo perdido'

Ni siquiera soy dueño ya de tu historia, de tus horas alegres y de tus minutos tristes, son tan vacíos y oscuros los túneles de tu risa y salpicado de llanto mi transeúnte suspiro, se me escapa de los montes, de la ciudad y del frío tu delirante silueta y tu voz taciturna, tu sensitivo perfume y tu anochecido pelo, tu emoción primitiva y tu ondulante paso...

No son rubias ya mis tardes, ni pretendo verlas; es hiriente el gorjeo de las aves, es enorme y largo el hilo de la lluvia y el aire navega silbando burlas en mis derredores, quisiera saber dónde estás y en qué labios se prendió tu beso cosechando estrellas, y a la vez no quiero porque duele el alma y se encienden los celos y la verdad es dura...

Por eso, querida, si me sientes pensativo, has de cuenta que escribo en el aire una historia linda donde cabe tu nombre y una gran herida que se traza en las nubes.

No es cuestión de tiempo, sino de silencio...

No hablar de nosotros en noches de luna, no contarle al mar cuanto nos quisimos y callar para siempre tu nombre y recuerdos, pero dime... ¿Cómo evitar el llanto y el pensamiento en las frías noches? ¿Cómo y en dónde sepultar para siempre el amor enorme que construimos juntos?

Los Heraldos Negros

El poeta peruano César Vallejo, nos dejó entre todo su legajo poético, este oscuro poema, Los Heraldos Negros, escrito en 1918. Un mensaje que nos permite penetrar en la agonía, el dolor, la pregunta sin respuesta sobre aquellas tragedias que se nos vienen encima y que duelen demasiado.

Si, hay golpes en la vida tan fuertes, que en verdad sólo queda soportarlos, y peores son aquellos en los que como Vallejo dice, la culpa se empoza; porque en estos, existe la certeza de ha sido nuestra propia mano, la causante de encontrar en nuestro camino uno de esos heraldos negros.

¿Por qué a nosotros? La vida se transforma o la transformamos queriendo o sin querer en un baile de máscaras, donde vamos hallando diferentes aromas, colores, sonidos, sabores y formas, el como las comprendamos o el como las usemos para nuestros fines, dependiendo de nuestra experiencia, temeridad, uso y abuso, es como establecemos ese nexo con la existencia en que sin equivocarnos, experimentaremos los heraldos negros…

Algunos llegan sin pedirlos, la suerte se dice… algunos sufren más allá de lo que podríamos soportar nosotros mismos, son los reglones torcidos de Dios pueden explicarnos…

Pero existen, y todos estamos expuestos a ellos, los comprendamos o no, los heraldos negros, tan magníficamente descritos por César Vallejo, están a la vuelta de la esquina.

Hay heraldos negros que nacen con algunos de nosotros y nos acompañan por siempre, nos esclavizan, nos moldean para vivir el día a día esperando sus sorpresas.

Los Heraldos Negros…

Si has sido tocado por uno… considerate dichoso e infeliz al mismo tiempo.

Aquellas tus Palabras

Recuerdo en el recuerdo
que me lleva a esos momentos
en los que el corazón pierdo
y al alma apenas siento.

Aquellas tus palabras,
que eran semillas de alegría;
que apartaban las amargas
tristezas en que yo vivía.

Palabras con amor tan matizadas,
bellas palabras tan llenas de calor
que me decian tan enamoradas
lo que sentías en tus ansias de amor.

Aun reinan en mi conciencia,
los sonidos tan musicales
y en mí, quedó tu presencia,
y tus palabras tan especiales.

Hoy el silencio está presente,
no oigo tu voz y se me hace necesaria,
no me basta el recuerdo latente
de tus trinos de hermosa canaria.

Tus palabras son mi tesoro
de tiempos hermosos y brillantes,
las guardo como precioso oro
porque no encontraré semejantes.

Alejado de ti

La vida es muchas veces cruel
al imponernos restricciones y censuras
que nos provocan dolores y locuras
al cambiar por desierto nuestro vergel.

Trocando nuestras alegrías y esperanzas
en profundas penas y desiluciones
imponiendo en nuestra alma emociones,
desaliento y terribles desesperanzas.

Es la distancia un castigo nefasto
para el corazón que desea entregarse,
para un anhelo de poder amarse
y tener de barrera ese obstáculo vasto.

Alejado de ti, muero en soledad,
caigo presa de profundo malestar
por no poderte sentir y adorar
como desea mi corazón de verdad.

Mi cuerpo queda donde existo,
pero mi alma vuela a tu lado
llevando mi amor delicado
y mi llanto ante el dolor que resisto.

¿Cuándo será ese día tan deseado?
Cuando esta distancia termine…
Cuando al fin a tu lado camine…
Cuando pueda besarte enamorado.

Es mi suerte, reina y soberana
que me ha hecho sufrir este dolor
de haber conocido el amor
teniendo su esencia tan lejana.

Sonrisa

La sonrisa es la versión corta de la risa, es en algunos una mueca imperceptible, mientras que en otros es una muestra encantadora de su hermosa persona, sea risa o sonrisa, esta es una de las enormes diferencias que tenemos los humanos en relación con las otras especies animales con las que compartimos el planeta.

Lamentablemente no todos tenemos la capacidad de sonreír, y no es porque no podamos físicamente hacerlo, sino porque no deseamos hacerlo, porque nuestra vida humana carece de razones para sonreír.

El mejor medio de comunicación entre nosotros no es la palabra, es la sonrisa, ésta puede en definitiva romper el hielo, crear confianza, abrir posibilidades de mejoramiento en las relaciones humanas, da paz y tranquilidad.

A sonreír se comienza muy temprano, cuando aún no hay conciencia del por qué uno sonríe, lo que significa que la sonrisa nos es dada por la propia evolución como un mecanismo social necesario de interacción con otros.

La sonrisa puede también ser totalmente falsa, una hipócrita mueca de burla o sarcasmo, de indiferencia o de simple insulto.

Lo mejor sería planificar nuestras sonrisas en algunas ocasiones y dejar que espontáneamente salga en otras.

No debemos negar jamás una sonrisa, principalmente a los más pequeños y a aquellos seres que nos llevan la ventaja en la vida y que están posiblemente muy solitarios y necesitan un poco de apoyo y amistad.

Sonreír no provoca dolores. No enferma a nadie. Y abre puertas que de otro modo nunca se van a abrir a nosotros.

La sonrisa en cierta manera está regulada por nuestros padres, porque cuando somos pequeños se nos ordena no sonreirle a los extraños, se nos coerciona de cierta manera a no dar nuestra sonrisa a quien nosotros deseemos darla.

Cuando crecemos dominamos hasta cierto punto nuestra sonrisa, los sentimientos son en realidad los que mandan. Una sonrisa de ternura, de unión, de aprobación, de amistad, de solidaridad, de condolencia inclusive...

El buen humor, la manera en que significamos nuestra existencia, el carácter que poseemos, nuestra capacidad de enfrentar problemas, nuestra salud y bienestar, son decisivos para acrecentar o disminuir nuestra sonrisa.

Algunos de nosotros sonreímos a nosotros mismos... Por un recuerdo, por una situación, por muchas razones. Mientras otros, lamentablemente no desean hacerlo ni para ellos, ni para otros. Ellos escogieron hacerlo de esa manera por razones muy personales.

Pero la sonrisa es en definitiva la consecuencia de un positivismo muy especial. Y debe ser abonado el terreno para no perder esa maravillosa capacidad de sonreír.

Una sonrisa sincera es alimento para nuestra propia existencia. La sonrisa siempre se da... es nuestro efímero regalo a un semejante... pero sus consecuencias pueden ser muy duraderas.

sonrisa

Muy Tarde...

Te detuviste ante la puerta,
y bajaste la cabeza...
el peso de tus propias palabras
hizo quizá que hasta en ti
pesaran demasiado.

Hiciste que en segundos
se destruyeran aquellos sueños,
las promesas, los deseos,
y aquel mágico sentimiento.

¿Acaso en tu indignación,
en lo que llamas orgullo herido,
ahogaste toda tu comprensión
y dejaste salir ese odio inhumano
que como espada terrible
partió a mi corazón con impiedad?

Y no fue sorpresiva tu actitud
pues no era la primera vez,
pero en esta ocasión, fue terrible.

Dañaste los cimientos de un amor
y cuando muere la raíz
nada salva a una planta.

Por ello tu remordimiento
ante aquella puerta,
no fue para mi, sino mentira,
una vez más el teatro de tu falsedad.

Y con lágrimas en los ojos
volteaste tu cara hacia mi,
adiviné tus palabras a fuerza
de tanto haberlas escuchado antes:
'perdóname, no quizé ofenderte,
te quiero, perdóname por favor'.

No me quedo más que reir...
la ofensa ya no existe,
es vano el perdón, es muy tarde.
Simplemente no eres ya aquel ser
al que entregue mi totalidad,
no quiero ni siquiera tu recuerdo,
sólo vete por esa puerta...
levánta tu rostro y déjame.

Porque el amor no es un juego,
no es una guerra, no es dominación.
Es justamente algo simple...

O ganamos o perdemos... ambos, para siempre.

Libertad

Al paso del tiempo
en oscura soledad
lo único que siento
es perder mi libertad.

Libertad de volar
por cielos carmesí
entregado al amor
que encierra un sí.

Libertad de compartir
la risa y el placer
y la dicha de sentir
de otros labios el querer.

Libertad de liberar
sentimientos y pasión
y en caricias penetrar
en paraísos de emoción.

Libertad de iluminar
con la luz sentimental
y aun ser entregar
mi mágica interioridad.

Libertad de inventar
en cada día de amor
un juego y mirar
de una estrella el fulgor

Libertad de vivir
cada día la pasión
de poder compartir
con alguien mi ilusión.

Campanas Celestiales

Campanas celestiales resuenan en el firmamento
llenándolo todo de música que invade el corazón.
Campanas iguales a las que cantaron en la creación
y que se unieron en coro al celebrar el primer sentimiento.

Campanas celestiales resuenan hoy en mi pensamiento.
Adagios vibrantes coronados de destellos ardientes.
Campanas que adornan de mi alma las simientes
que han hecho surgir con su magia este bello momento.

Campanas celestiales resuenan también en tu alma...
Mujer de Primavera, Mágica Musa, Vida en Flor
que llenas de mi alma la gota y el océano del amor
y con tu maravillosa presencia a mi ser has dado calma.

Campanas celestiales resuenan en nuestro cielo
y con su voz glorifican tu nombre de princesa
y ambos sentimos en este cielo una tibieza
que aproxima un sueño y hace realidad un anhelo.

Callejón sin salida...

La vida es solamente una ligera aventura, una corta aventura en la cual tenemos que lograr todo, y ese todo es casi un imposible, debido a los múltiples obstáculos que encontramos todos los días y a la extensión de nuestros deseos o sueños.

Tenemos armas inventadas para darnos el ánimo necesario para lograr concretar estos deseos... la fé, la esperanza, la paciencia, la suerte; estas son las armas que por lo regular nunca funcionan... otras como el coraje, la perseverancia, la planificación y el sentido común son las que nos ponen algunas veces en el camino correcto aunque no siempre sea el que deseamos para llegar a la meta.

En el trayecto de esa lucha, encontramos todos los obstáculos posibles que nos detienen o retrasan la satisfacción de tener o poseer o adquirir todas aquellas cosas que deseamos.

Lo de obstáculo es una manera de expresión puesto que no existen barreras reales que impidan desde adentro el llegar a lo deseado, si se desea ser astronauta, hay que empezar desde muy joven por tener una educación apropiada y mantener una salud excelente, por supuesto no todos los que desean ser astronautas tendrán a la mano, la posición económica necesaria para aplicarse a esos estudios o la conciencia de cuidar la salud propia. Allí ya vemos uno de tanto obstáculos... el obstáculo no está dentro del individuo, está afuera, por haber nacido en un lugar donde las condiciones socioeconómicas lo condenaron a no ser nunca un astronauta, donde la alimentación básica no es la apropiada para consolidar una salud impecable.

Todos soñamos con algo... con ser alguien importante, los sueños van desde las cosas más grandiosas e increíbles hasta cosas simples y sencillas, pero todas están condicionadas a los factores exteriores de nuestra vida.

Países, familias, amigos, medio ambiente, condición económica, régimen político, religión, educación... obstáculos que no podemos derribar por medio del simple deseo propio...

Estos problemas exteriores se convierten aparentemente en problemas internos del individuo, frustración por ejemplo... indisciplina, falta de interés, equivocaciones, inadaptabilidad, bajo cociente intelectual, poca capacidad; sólo por mencionar algunos... incluso pasando por psicosis y traumas y otra clase de transtornos mentales...

Para una inmensa cantidad de gente en este mundo... lo anterior es un auto diagnóstico.

Y así, como dije, en apariencia, el asunto pasa de ser exterior a ser interior, de ser colectivo a ser personal. Y mientras una persona crece y madura fisicamente, su "problema personal" se agudiza al punto en que no hay manera de salir de allí y todos los sueños y deseos quedan frustrados para siempre.

En este punto nada se puede hacer ya. El futuro astronauta se conformará humildemente con ser zapatero, panadero o soldador, si es que tiene la suerte de encasillarse en un oficio... Mayoritariamente apenas llegará a una simple educación básica que no le servirá absolutamente para nada y seguirá en su vida lo que "normalmente" tiene que llegar... su propia familia, donde, dependiendo su personalidad, descargará su pesimismo o tratará de encausar a su prole a desear y soñar en grande, quizá hasta puedan llegar a ser astronautas... "primero Dios".

Lo que nos lleva a otro obstáculo disfrazado de remedio para miles de humanos, la religión... "si Dios quiere..." (esto debe tener comentario aparte MUY extenso).

Pero si los factores exteriores se mantienen inalterables durante la vida de esos descendientes, nada asegura que las cosas sean diferentes para ellos. Claro es un honor continuar con el oficio de papa... o por lo menos tener un trabajo decente para no caer en la delincuencia... hay que sacrificarse aun muy jóvenes para ayudar con la economía de la casa, los viejos nos necesitan, qué importa dejar la escuela por este año... o por dos... o para siempre.

Y luego, la bella historia se repetirá... llegan las hormonas, aparece el deseo... disfrazado de amor, por supuesto... la nena juega a ser mujer, el nene quiere ser hombre... la prueba de amor... los jóvenes somos asi, somos rebeldes, los viejos no comprenden, no tenemos libertad... etcetera...

Se les pasa la juventud... la escuela es un recuerdo... los hijos ya están exigiendo comida, casa, calor, juguetes, ropa, medicinas... hay que pagarle a Don Pepe la mensualidad del cuarto donde apenas cabemos...

La frustación mal manejada desencadena violencia... violencia que se dispara por supuesto contra los que no pueden defenderse, y el hijo o hija del que iba a ser astronauta, se sumen en lo común, en lo cotidiano, en lo "lógico" de las sociedades humanas y asi generación tras generación...

¿Mentira? Bueno... eso es de cada astronauta... digo, de cada persona que analize el asunto... no desde el punto de vista personal, sino desde el punto de vista colectivo... porque si pudiesemos todos lograr por lo menos una de esas metas, el mundo sería diferente... que hay algunos que lo hacen, claro que si... tuvieron los medios, oportunidades y momentos para concretarlo... pero por uno que lo haga hay cientos de miles que no... no hay un balance justo.

Nadie tiene la culpa de ser pobre... individualmente...

Pero olvidemos esas cosas... mejor soñemos... ¿qué querías ser cuando eras pequeño?... ¿lo eres?... ¿NO?... piensa en las razones que existieron para no serlo... ¿Fue tu culpa?...

Hay otra arma... que nos ayuda a enfrentar lo que de la vida no obtuvimos... se llama resignación...

Resignación es una bonita palabra del idioma, pero su significado es tenebroso... aceptar la pérdida, aceptar lo contrario a lo que se quería, decir si, cuando quisieramos haber dicho no... aceptar la derrota...

Caer derrotado así... es algo común en el género humano... pero ya saben... con fé, esperanza, paciencia y suerte... quizá, nuestros tataranietos puedan viajar a la luna.

CARTA DE AMOR 38

'Te sueño para hacerte mía, te sueño para no perderte'

Déjame decirte que como un niño me dormí ilusionado con tu cariño, pensando en el ámbar de tu pelo y en tus ojos, soñando despierto con el sabor de tus labios... el sabor de tu alma...

Abierto el campo y azul el cielo, empezé mi sueño de suspiro y viento, tomé fuerte tu cintura y tus manos y sobre un mimbre de plata te besaba toda, iluminada estaba la dorada almohada en donde yo despacio te soltaba el pelo, con la misma nube de algodón naranja, juguetón, cubría tu asustada piel, tu voz era suave, muy entrecortada, tu sangre incendiada como el sol ardiente, mi voz era grave, casi necesitada, mi sangre excitada, como tú, jadeante...

Aquellos besos, aquellas caricias, aquellos deseos, rodeados, envueltos en oro, cubiertos del dorado fulgor que nuestras ansias formaban.

De pronto, en mi sueño hubo sólo sombras, nuestra nube de oro se volvió negra y profunda, y tan sólo los luceros de tus ojos y los mios iluminaban apenas nuestro encuentro, un rayito tibio se metió por mi ventana y un dulce gorjeo culminó en mi oído...

Otra vez la mañana con su fresca sonrisa, otra vez la rutina y con ella la prisa, talvéz en el día ni siquiera te mire ni te hable ni te piense ni suspire... pero otra vez en silencio, cuando llegue la noche, estarás en mis sueños, sobre mis nubes de oro.

La Ciudad de la Vida

SAN FRANCISCO
La Ciudad de la Vida

Unica y soberana ciudad del amor,
tus hijos y visitantes sienten tu fuerza,
pujante, moderna, hermosa...
perla que corona al estado dorado.

En tus calles llenas de color,
en los rostros de los que viven
el dia a dia en tus contornos
se manifiesta la alegría de la existencia.

Vibras, luminosa y fuerte,
mostrando al mundo tu poder
Ciudad de sueños que se alcanzan,
Ciudad de realidades maravillosas.

Puentes gloriosos y vitales,
historia de éxitos y metas
Fénix de América
colosal selva de concreto.

Te llenas de verdes, de amarillos y de azules,
fragante ciudad de las libertades,
eres la vida, la vida que sobrepasa
a cualquier expectativa.



Scott McKenzie - San Francisco

If you're going to San Francisco
Be sure to wear some flowers in your hair
If you're going to San Francisco
You're gonna meet some gentle people there

For those who come to San Francisco
Summertime will be a love-in there
In the streets of San Francisco
Gentle people with flowers in their hair

All across the nation such a strange vibration
People in motion
There's a whole generation with a new explanation
People in motion people in motion

For those who come to San Francisco
Be sure to wear some flowers in your hair
If you come to San Francisco
Summertime will be a love-in there

If you come to San Francisco
Summertime will be a love-in there

CARTA DE AMOR 37

'Algunas veces, una sola flor es capaz de formar un jardín'

Es ya bastante el tiempo que ha transcurrido entre aquel saludo que abrió la dorada puerta a la amistad entre tú y yo, ha sido sorprendente el hecho de que hemos probado ante el mundo que entre un hombre y una mujer si puede existir ese sentimiento puro y sin intenciones escondidas.

Agradezco mucho a la vida el que hayamos cruzado mutuamente nuestro caminos, he aprendido de ti muchas cosas, me has dado conceptos nuevos a pensamientos viejos, me has abierto el entendimiento a la comprensión sobre infinidad de cosas, has aclarado mis dudas y me has hecho meditar en lo que yo consideraba ya meditado.

Han sido tus palabras, caricias en momentos de oscura soledad, han sido tus palabras, alegres brisas de primavera que entre bromas y seriedades afianzan el sentimiento que nuestros corazones han forjado, y dejan siempre en mi, el deseo de volver a tenerte cerca, de sentir tu apoyo, tu sabiduría, tu felicidad.

Y aun en aquellas oportunidades en que te siento caída, triste, seria... aun en ellas, me entregas la luz de tu alma y me llenas de satisfacciones.

Gracias por tu amistad, gracias por el inmenso tesoro de llamarte amiga.

CARTA DE AMOR 36

'Las diferencias nos igualan y las igualdades nos diferencian'

Lo nuestro sólo es un trato, un acuerdo frío, bilateral y vacío, derechos y obligaciones, división de porcentajes, para que marche bien, tiene que ser eso; deberán aceptarse tus normas y criterios y en condiciones iguales mis caprichos y gustos, deberemos besarnos por cortesía y costumbre y mantener la armonía ante parientes y amigos, ninguno de ellos deberá sospecharlo y nosotros jamás debemos hablarlo.

Aunque casi siempre esté mi alma vacía y la tuya siempre yo la note fría, ya nos vamos acostumbrarnos a ésta trágica rutina aunque muy de vez en cuando tu sonrisa me ilumina, el amor tímido y breve por mi pupila se asoma y tu beso tibio y leve aun tiene esencia y aroma.

¿Por qué no hablamos toda una tarde? Con el corazón, no con las palabras...

¿Por qué no avivamos el fuego? Ardería con sólo el alma que tú le abrieras...

Si no se puede, igual seguirá todo: un beso frío de buenas noches, un buenos días en tono seco y un hasta pronto de larga ausencia.

Nada perdemos con tan sólo intentarlo, dejemos ya de ver diferencias e igualdades, a lo mejor todavía tus manos tienen la ardiente caricia, aquella que de ti recibía mi piel y puede ser que mis besos recobren el apasionado calor, aquel que a ti te enloquecía.

CARTA DE AMOR 35

'Recordar es volver a vivir, o empezar a morir'

No tienes por qué saberlo pero hoy se lo escribo al viento.

Anoche viajé por las callejas, hasta la esquina de nuestro beso, estuve alli como aquella tarde, las mismas piedras, la misma acera, el mismo sol radiante brillando austero y nuestras voces susurrantes.

Te ví como siempre, como te deje entonces, plena de sonrisas, tímida de besos, llena de caricias, pálida de ansias, diciendo que me amabas...

Y me envolvieron las sombras y las estrellas y mis tenues imagenes se desvanecieron, sueños reales y ficticios pensamientos: te amaba tanto o no te amaba nada, no tienes por qué saberlo pero hoy se lo escribo al viento, porque fuiste de esquivos besos, gélida del alma...

Tú no sabes hasta donde este intenso torbellino pudo darte un reino o cadenas para siempre, pero yo te quize con el alma, te quize, te quize tanto porque si no, ni siquiera te soñara...

CARTA DE AMOR 34

'La espera es caminar por el desierto, con mucha sed y poca agua'

Hoy recibí tu carta, viene en ella tu dolor...

¿Cómo puedo aconsejarte, si soy yo tu llanto? Si a mí me amas y no a él, si yo te amo, pero... No puede ser...

Esa flecha de Cupido sin saber cuanto dolía, nuestras almas enlazó a la vez que desangraba otros dos corazones, ajenos a nuestro amor, el que ahora te pretende y ella que en mi casa sola está.

Tú puedes decirme que él te quiere ya, yo puedo contarte algo de mi hogar, él no debe saber que en tu vida existo yo, ella ni siquiera sospecha cuanto te amo a ti, yo ya no puedo darte la iglesia, el blanco tul y aunque te quiero, me conformo con esperar tu felicidad...

Talvéz algún día, sin saber cuando será, una señora, alegre del brazo del señor, me guiñe un ojo y me diga adiós y discretamente contestaré y nada sabrá él...

Y esa misma noche talvéz, dos bocas se besen sin saber por qué, la de ella con compromisos y la de él en la misma condición... aunque para eso, también hay que esperar.