Al Fin

Dedicado a Enero

Ha llegado el momento esperado
por mi corazón con tanto afán.
Hoy mis labios un beso te darán
en tu boca con deseo apasionado.

Hoy es el día en que mis ojos anegados
en llanto de dicha te contemplarán
y mis manos suavemente acariciarán
tu piel y tu cuerpo tan deseados.

Es el instante por el cual ha vivido
mi alma en constante sigilo;
ante ti, todo lo demás será quejido
apartado, borrado, todo será olvido.

Porque con tu magia de mujer,
sólo viviré ese presente,
para mi no existirá ni la gente
y quedará eliminado el ayer.

Seré una abeja que, golosa,
se hunde en la flor y en la miel.
Como un pajarillo que es fiel
al nido de su compañera hermosa.

Es el momento de la nota dulce
de la melodía que canta al amor.
Dejémonos invadir de su ritmo y candor
y permitámos que a nuestras almas, impulse.

Sólo quiero dejar en tu cuerpo
el deseo de repetir este encuentro,
ser yo de tus anhelos el centro
y que como yo digas: Sin ti, estoy muerto.

Llegó el momento de cerrar las heridas,
de poner color a nuestra alma cetrina,
de salir del cruel círculo de la rutina,
de darle alegría verdadera a nuestras vidas.