Satisfacción

Buscando el norte... se llega al sur

Mariposas que vuelan en círculos mágicos
adornan el momento de ese primer beso...
y músicas nunca oídas llenan el ambiente
cuando ojos que antes no se habían visto,
se posan en mutua correspondencia amorosa.
Platican las manos en diálogo secreto
y los dedos se entrelazan en deliciosa caricia
transmitiendo una dicha hasta allí desconocida,
que aumenta los rubores y placeres.
Las sonrisas se saludan, se enamoran
juguetean y establecen aquel código
de felicidad que llega dadivoso al corazón.
La piel de dos cuerpos que se excitan
al contacto sublime y delicado
vibra, en magnética llamada, en urgencias
que demandan atención desesperada.
Hay sudores, hay calores, tentaciones
que provocan, que alteran, que consumen
la paciencia, empujando continuamente
al pensamiento a manejar con destreza
imaginación, fantasía y sentimientos.
Se aceleran los pulsos, los deseos
de aprisionar la carne con la carne,
a gozar de humedades placenteras,
de durezas contundentes, arañazos,
gemidos, gritos compartidos.
Más allá de la pasión que domina,
está la furia contenida, animal...
que cual demente, peligroso y asesino
se desprende triunfador de sus cadenas
y dirige sus ansias explosivas
sin pensar, sin detenerse, agresivo
con el fin de llegar a toda costa
al placer que envuelve alma y vida
y ver caer en pedazos luminosos
las alas de aquellas mariposas que en
círculos mágicos adornaron
el momento de aquel primer beso.